Mi cuerpo y mi mente están absolutamente agotados.
Llevo una cantidad tan enorme de pensamientos en mi cabeza y tantos asuntos desagradables de los que ocuparme, que a veces necesito descansar, pero no puedo. Mi mente no descansa nunca.
Sin embargo, también puedo decir que, por una persona, soy realmente feliz.
Aún así, mi mente necesita despejarse y, aunque lo mejor sería descansar del resto del mundo por un tiempo y dedicarme un lugar a mí, a quererme un poco más, relajarme y olvidarme de todo para aclarar mis ideas y lo que realmente necesito y qué es lo que deseo, lo que me hará realizarme en mi vida. Necesito sentirme bien.

Siento deseos de expresarme, pero me es imposible.

Quisiera dedicar tiempo a escribir algún pequeño relato, pero no tengo intimidad. Quisiera dibujar, pero mis abstracciones no puedo representarlas en un papel. Quisiera pasar más tiempo con quien me hace feliz pero, como siempre, hay demasiados obstáculos para ello. Y no tengo más remedio que aguantarme y tratar de sobrellevarlos para mantener algo de contacto, aunque sea mínimo.

Así que, no me queda más remedio que dejar volar mi imaginación.
Por eso, este mes, la SuperDollfie que os traigo viene antes de tiempo: porque simboliza lo que me hace sentir bien, lo que necesito, o eso creo...

Os quiero presentar a Ian, un elfo de piel blanca cuya historia desconozco, destinado a tan solo 30 unidades en todo el mundo y que ha estado a la venta en España (sí, a veces también llegan cosas frikis decentes a nuestro país).
Será por la pureza, la vitalidad y el deseo de libertad, de vivir, que representa el color blanco, será por la marca del brazo, que le obliga a recordar algo cada vez que se la mira, como una cicatriz por algo que hicimos y que ya nunca podemos borrar, o a lo mejor es por su pelo largo y liso, señal de que ya lleva mucho tiempo dejándolo crecer, como se crece nuestro interior con las experiencias que vivimos, o será por sus ojos, preciosos, apacibles, tranquilos, pensativos... y al mismo tiempo confiados, listos para luchar. Tiene una mirada activa, decidida, propia de aquel que no se rinde nunca.
Siempre me han gustado los elfos, y desde hace un tiempo, les he cogido especial admiración (comencé a meterme más en su mundo a raíz de otras personas).
En realidad, es como si este muñeco se identificara conmigo (jajajaja, que chorradas digo, por favor, no me hagáis caso), siempre he estado bastante enamorada de este elfo, lástima que no tenga más imágenes de él.
Podéis leer sus detalles en http://www.dollzone.es/es/prod.php?id=263&uid=0.




¿Sabéis una cosa?... cuando pasamos etapas de melancolía tendemos a sentirnos tristes y todas nuestras emociones toman un aire mucho más destacado para nosotros, pero, la verdad, es que yo creo que es en esos momentos cuando nuestros sentimientos se expresan de verdad, cuando podemos llegar a ser nosotros mismos al 100%, y cuando nos dejamos ver tal y como somos.

... asusta, verdad?


Os voy a decir algo, amigos míos: cuando querais a alguien, demostrádselo todos los días, no le dejéis nunca de lado por mucho daño que os haga si de verdad creéis que vale la pena luchar por esa persona, si de verdad creéis que es muy bueno lo que esconde por dentro aunque sólo os muestre su peor cara.
Yo, mediante la experiencia, he aprendido que de lo que se da, se siembra (vaya una novedad, no?), pero también he aprendido que esa regla no se cumple siempre, y muchas veces das lo mejor de ti y sólo recibes daño a cambio. Sin embargo, quien de verdad te quiere, por mucho daño que le hagas, es porque ha sabido ver lo mejor de ti, aunque no se lo demuestres, y va a seguir ahí siempre, para ti.
Sólo se trata de saber comprender a las personas, aunque eso no significa que tengamos que dejarnos dañar porque sí.
Planteaos mucho lo que sentís por otra persona, y luego pensad en si os merecéis lo que os está dando... o si se merece lo que le estais dando. Actuad en consecuencia.
Y sed humildes.

Siempre humildes.

.....

PD. Joooo menuda racha de melancolías que llevo T___T