Es curioso lo que siento cuando, hoy día, vuelvo a escuchar esa canción que en un principio, podía no significar nada o en realidad estar diciendo muchas cosas que yo no era capaz de escuchar... cosas que, ahora lo sé seguro, provienen de un corazón, el corazón de un hombre enamorado.

¿Alguien sabe qué día es hoy?

Hoy se cumple un año desde que le besé por primera vez...

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Corrían tiempos difíciles en mi vida, en realidad los más difíciles que he tenido nunca. Mi abuela se moría lentamente, mi familia era un auténtico caos y la única persona a la que de verdad había querido, de quien me había enamorado, me había abandonado de una forma dolorosa y dura que, aun hoy, me cuesta entender.

A menudo se habla de que cuando te sientes mal es mucho más fácil enamorarte, querer a alguien simplemente por el hecho de que te puede dar esa sensación de cariño que te falta en ese momento.

En su momento hubo, y puede que todavía lo haya, quien creyó que ese fue mi caso: que mi dolor me hizo sentirme más unida a él, que fue lo bastante listo como para aprovecharse de mi dolor y así adentrarse en mí hasta poseerme por completo.
Sin embargo, hay dos grandes hechos que demuestran que eso no fue así.

El primero, es que hace un año que somos algo más que amigos y esto promete seguir durante muchísimo tiempo.

El segundo, que desde que nos conocimos empezamos a acercarnos, por simple simpatía y curiosidad hacia el otro, hasta que llegó el momento en el que nos hicimos amigos tan íntimos que comenzamos a abrirnos el uno al otro, y de ahí pasamos a no poder disfrutar de hacer nada si no estaba el otro con nosotros, a recordarnos siempre y a conocernos por dentro, hasta el punto de que llegó un momento en el que era imposible ignorar que lo que sentíamos por el otro era mucho más que una amistad, era amor.



Me pregunto si alguno de los dos sospechaba ya cómo terminaríamos cuando me pasó esta canción. Probablemente no, probablemente fueran sólo deseos, fantasías, o tal vez se veía como algo tan imposible que ni eso.
Simplemente un día se apareció en mi casa con un CD en el que había varias de sus canciones favoritas, y ella era la primera, la mejor de todas, y tenía un mensaje especial.
Sin embargo, no es que dijera nada distinto a las demás, pero había algo en ella que, viniendo de él, le daba magia. ¿Qué sería eso?...

Por aquel entonces éramos mucho más inocentes y desconocedores de muchísimas cosas. Mi concepción del amor, al menos, era tan simple como errónea: o tienes novio/a estable o eres un descarriado.
Ahora, y con todo lo que hemos pasado, he aprendido a ver las relaciones de muchas formas, he aprendido que el amor no es un concepto que literalmente haya de cumplir unas reglas para ser real, sino que se puede entender de múltiples formas y que muchas de ellas pueden ser correctas, he aprendido que cada persona necesita un tipo de amor distinto y que se puede ser feliz de muchísimas formas que antes no creía... tal vez hable alguna vez de esto =)


Ahora miro las fotos de aquellos tiempos y veo a un par de jovencitos mucho más niños e inmaduros que no sabían hacia dónde enfocar sus vidas, confusos, con falsas esperanzas o sin esperanzas ningunas, caminando como balas perdidas que buscan un lugar donde quedarse atrapadas.
Sin embargo, cuando observo el presente, y veo todo lo que hemos cambiado, no puedo menos que esbozar una enorme sonrisa, satisfecha y orgullosa de ver como, juntos, hemos aprendido a amar y ser amados, hemos crecido como pareja y de forma individual, hemos madurado, hemos encaminado nuestras vidas y hemos aprendido a tomar actitudes beneficiosas para nuestro propio bien y para el bien de los demás. Hemos aprendido, en definitiva, a ser felices.
Pero ¿se puede aprender a ser feliz? ¿Cómo se va a hacer eso, si no es más que un sentimiento de un momento concreto?
¡No! La felicidad se siente en un momento concreto, pero también se es feliz cuando se tiene ilusión, cuando te hacen sonreír aunque sea un poquito y cuando eres capaz de sentir satisfacción por tus propios actos.
Sin embargo, sólo hay una cosa que consiga reunir todos esos tipos de felicidad juntos, y es el amor. Y entonces descubres, que por mucho que lo hayas querido negar, amar y ser amado es el mejor regalo que puedes tener de la vida. Y, si eres humilde y sabes valorarlo, darás gracias por ello todos los días cuando te levantes de la cama, como hago yo.


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Ser personas de verdad, ser un hombre y una mujer en todos los aspectos, ser alguien que valga la pena conocer y por quien valga la pena luchar... juntos hemos tirado abajo los estereotipos y las ideas erróneas que veníamos cosechando desde la infancia.




Es, absolutamente, increíble.




Hace tiempo, no se exactamente cuanto, me puse en el messenger el siguiente subnick: Es increíble... sentir esto que sentimos. Y, aunque yo siempre he sido de cambiarlos conforme llega la ocasión, es algo que siento tan intesamente todos los días que me es imposible dejar de llevarlo puesto.
Ahora no me avergüenzo de sacar mi lado más infantil, he aprendido que se me puede querer aun con mi parte más oscura y mis gustos poco comunes y mis aficiones paranormales. Y me siento muy orgullosa de no haber cambiado durante todos estos años cuando he estado completamente sóla y sin amigos y la vía de escape más prometedora parecía ser la de convertirme en alguien como el resto de la gente. Pero no lo he hecho, y ahora he descubierto que soy especial por ello. Y me siento tan feliz...


En fin, no sé cuánto podrá interesaros esta retaila de sentimentalismos sobre un año increíble que, probablemente, a nadie le vaya a quitar el sueño pero, si supiérais cuantísimo hemos tenido que luchar, cuantísimos problemas hemos tenido TAN SOLO para formalizar, únicamente FORMALIZAR esta relación y luego para poder convivir aun con la enorme cantidad de diferencias aparentes que ha habido entre nosotros... porque se nos miraba y eramos como el día y la noche, totalmente opuestos, y sin embargo a raíz de unirnos tan interiormente hemos descubierto que por fuera no somos tan distintos, y hemos destapado esas partes más ocultas de nosotros que en un principio ni nos atrevíamos a aceptar.


En fin... me da pena que, quien haya llegado hasta el final de esta entrada, probablemente no puede entender qué es lo que de verdad se siente. Ójala que sí, ójala que alguien, en lo más profundo de su corazón, sepa que se puede ser feliz y que si se trabaja por parte de los dos se consigue sin duda alguna, por mucho esfuerzo que requiera... y que cuando hablo de que no os rindais nunca, y de que con esfuerzo se consigue TODO, me refiero en gran parte y como ejemplo primordial a mi caso... a esta relación tormentosa que, no sé muy bien en qué momento exacto, ha construído unas bases muy sólidas que, como mínimo, la mantendrán en pie durante mucho tiempo y que esperemos que sea para siempre.


Ójala todo el mundo pudiera compartir mi felicidad.
Ójala nuestra enorme comunicación, nuestro respeto mutuo y nuestro cariño esté en vuestras vidas como lo está en la nuestra.



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Es una pena que hoy, un día tan especial, no hayamos podido estar juntos.
Pero, ¿sabéis qué? No importa, porque nos llevamos adentro en el corazón y, por muy cursi que suene, ninguno de los dos nos sentimos solos.


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Hace un año, no sería capaz de decir algo así ni aunque me pagasen millones...





Gracias, Javier.

Por todo.




Yo ya no me siento igual al escuchar esta canción.
Me encantó ver esta película contigo ^_^